Nos contó muchas anécdotas de cuando era pequeña y contestó un montón de preguntas.
Nos explicó cómo se le ocurren las historias de sus libros.
Fue una experiencia muy bonita e interesante. Rosa es muy simpática y nos emocionó con sus palabras: sobre la lectura y la escritura, sobre el periodismo, sobre la escuela, y sobre la vida. Y si te pareció que Rosa Montero escribia bien, ¡ no te puedes imaginar lo bien que habla!
Decíamos en la columna de la izquierda que “las palabras son seres vivos. Nacen, crecen, se reproducen y mueren”. Desde luego, las palabras de Rosa Montero son de las “saladas que nos endulzan la vida”; de las que “se escuchan como música en los oídos”; “palabras suaves que casi te acarician”, “palabras alegres, valientes, curiosas”, “palabras que curan y reconfortan”, “palabras para regalar”. “Palabras para jugar, para querer, para aprender, para soñar...”. Todo eso y mucho más son las palabras de Rosa Montero. Te doy mi palabra.
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